Figueroa dejó un mensaje especial para los docentes




“Nos hemos puesto de acuerdo en trabajar juntos”, ratificó el gobernador que celebró el inicio de las clases el 25 de febrero. El cambio de época también se siente en la educación.

NEUQUÉN (ED) — Algunos podrán decir que la paz social también se lograba en los tiempos de Jorge Sapag, pero sin lugar a dudas, el gobernador Rolando Figueroa dio vuelta una página en lo que a educación neuquina se refiere. Quizás en medio de tanto humo por el incendio que el viento -por momentos mantiene lejos de la Fiesta de la Confluencia- pasó desapercibido, pero este viernes se volvió a ratificar una idea.

La educación pasó a ser una prioridad en Neuquén. Y aunque convive con pesadas herencias gremiales, las acciones del gobierno pesan más que las palabras de los discursos.

Allí desde el aniversario de Las Lajas, Figueroa dejó un mensaje especial a los docentes a los que destacó por su rol y “la posibilidad de brindarle a los chicos que nadie les pueda decir, vos no podés”. En sus palabras reflejó el difícil camino que una vez recorrió con el desarraigo para poder estudiar.

Algo y mucho de eso está en los esfuerzos que impone su gestión por federalizar (regionalizar en sentido neuquino) los accesos para que todos puedan estudiar, sin importar el lugar de la provincia en que se encuentren.

“Los aplaudo -dijo Figueroa a los docentes- porque tienen ganas de enseñar a las futuras generaciones para que sean mejores que nosotros. No hay herramienta más revolucionaria que la educación”, resaltó con sinceridad en sus palabras.

La provincia guarda viejas deudas sociales impagas, infraestructuras que se siguen esperando pero tampoco pueden solucionarse de un día para otro. Alcanza con el compromiso y dar los primeros pasos que ya se ven en las escuelas. Hace muchos años que en Neuquén no se veían a las cuadrillas trabajar al sol. Todos y digo todos -docentes incluidos- se habían acostumbrados a que las clases se dilataban semanas, entre tires y aflojes gremiales por los porotos. Hasta la organización familiar tomaba nota.

Eso cambió de forma inédita. Se cerró el acuerdo paritario con los gremios meses antes, ya no hay excusas. El golpe de efecto fue doble porque dejó vacíos de discurso a una izquierda rancia que estaba acostumbrada a tomar a los pibes de rehenes levantando banderas de los derechos. Obvio, los de ellos, pero que no terminaban de cambiar su realidad de minoría. 

Figueroa pone los números sobre la mesa y gana: durante el verano se invirtieron más 21 millones de dólares. Se están realizando y ejecutando ocho escuelas técnicas que hacen 40 mil metros cuadrados de construcción, con 80 mil metros cuadrados de aulas nuevas, que incluyen además más 8.000 metros cuadrados de refacciones. 

“Nos hemos puesto de acuerdo en trabajar juntos”, ratificó el gobernador. Sin nubarrones gremiales en el cielo educativo. Figueroa cambió la historia de los comienzos lectivos en Neuquén.

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