
La Provincia recordó a los beneficiarios flojitos de memoria que las viviendas entregadas deben ser canceladas. Lo que se recaude será para hacer más casas.
NEUQUÉN (ED) – La gestión de Rolando Figueroa está decidida a dar una vuelta de página sobre la situación habitacional. En Neuquén hay un problema histórico de accesos pero también hay otro: una vez que accediste a una vivienda del Estado -que llevó los recursos de todos-, pocos y casi nadie la termina pagando. Una operación que no cierra por ningún lado.
Ahora la Provincia se puso los pantalones y saldrá a cazar morosos, porque sabe que necesita recursos para brindar soluciones y la plata no sobra. La idea es terminar con el concepto de lo gratis (siempre significa que lo pagan otros) algo que heredamos de varios años de populismo.
La nueva iniciativa acorde al cambio de época, avanzará no sólo con el recupero de cuotas adeudadas, sino también en inversiones destinadas a garantizar más soluciones habitaciones.
“Pagá la prata”
Las auditorías que realizó el gobierno provincial neuquino informaron que de las 59.600 viviendas que se construyeron en la historia de la provincia, solo 11.300 fueron canceladas, mientras que los adjudicatarios de 2.600 cumplen al pie de la letra con el pago mensual de las cuotas.
En paralelo hay 45.700 viviendas cuyos beneficiarios han dejado de pagar hace años o registran, al menos, cinco meses de morosidad en las cuotas.
“Contar con esos recursos le permitirá a la provincia poner en marcha un círculo virtuoso que redundará en beneficios para la sociedad, en virtud de que se podrán construir más viviendas para dar respuesta al déficit habitacional”, advirtieron desde el gobierno.
El plan de recupero está en marcha, pero advirtieron que contemplará excepciones para atender casos de vulnerabilidad.