NEUQUÉN (ED) — Se ha dicho literalmente hasta el hartazgo que las empresas deberían extremar recaudos a la hora de realizar sus trabajos. Pero así y todo, la rotura de caños es una peligrosa constante en la ciudad de Neuquén. Lo nuevo es que durante el mediodía de ayer, una empresa que realiza trabajos de reconstrucción sobre el puente de calle Leguizamón sobre el arroyo Durán, rompió un acueducto de 350 milímetros.
Hasta las 13 de hoy no habían logrado repararlo y los vecinos de los barrios Río Grande, Altos del Limay, Don Bosco, Limay, Villa Florencia, Villa María y Barrio Nuevo, seguían padeciendo la baja presión en el servicio de agua, en algunos casos, y la escasez en otros.
En sus trabajos los operarios de esa empresa son supervisados por técnicos del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS).
“Para efectivizar la reparación se deben colocar contenciones que permitan desviar ese sector del arroyo, dentro de su mismo cauce, para poder aislar el caño y trabajar sobre él en seco. Estas maniobras son complejas habida cuenta los caudales actuales del arroyo”, dijeron.
“En dos oportunidades cedió la contención con la que se había logrado desviar el arroyo, y dejar el caño al descubierto. En estos momentos continúan realizando maniobras que permitan acceder al acueducto y realizar la reparación”, agregaron.
También les solicitaron a los vecinos extremar los cuidados en la utilización de agua, sólo disponiendo de ella para consumo humano e higiene, hasta tanto se normalice el suministro.
