BUENOS AIRES (NA) — El primer casillero del calendario electoral nacional previsto para 2023 quedará finalmente tildado cuando se celebren las PASO en todo el país, después de una campaña proselitista que se vio impactada de lleno por hechos de inseguridad registrados en los últimos días en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Las principales agrupaciones políticas decidieron suspender sus actos de cierre luego del asesinato de Morena Domínguez, la nena de 11 años atacada el miércoles pasado por motochorros cuando iba a la escuela en Lanús. Su muerte conmocionó a la opinión pública, aunque se trató de apenas uno de una serie de crímenes ocurridos en el conurbano y que movilizaron a la sociedad en vísperas de los comicios de este domingo.
En este sentido, se conocieron encuestas de lo más variopintas durante las semanas previas a las PASO, pero está claro que la inseguridad se coló de forma intempestiva en el tramo final de la campaña y corrió el eje de la discusión electoral: los recientes hechos delictivos en el Gran Buenos Aires relegaron a un segundo plano el debate sobre micro y macroeconomía que venía dominando las agendas del oficialismo y la oposición, como inflación, reservas del Banco Central, cepo al dólar, retenciones a las exportaciones, etcétera.
Así las cosas, el llamado “voto bronca” contra la dirigencia política tradicional -y el actual Gobierno en particular- podría verse potenciado en un contexto de estas características. Se trata este de un factor que agrega, al menor a priori, incertidumbre adicional al resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este domingo y a la performance que puedan alcanzar, en especial, los precandidatos de Unión por la Patria (UxP).