La gran pregunta de los neuquinos es si el resultado de las pasadas elecciones a gobernador significó la real salida del MPN, esa esperada superación de 50 años de populismo a la neuquina o simplemente se votó una interna.
Los interrogantes comenzaron a develarse con el nombramiento de los ministros clave, algunos con pasado o ligados al Movimiento Popular Neuquino (MPN), pero de la otra vereda, ya despojados de cualquier tono azulado. Como dicen, la torta siempre se corta con el MPN.
Las fricciones internas de la alianza multicolor que se construyó para llegar al poder, terminaría de explotar con el ingreso del MPN al frente. Una jugada que la gente no votó, pero que no es tan lejana en los planes de muchos.
La Legislatura tendrá un gran protagonismo en un año donde el gobernador Rolando Figueroa necesita movilizar su proyecto político. Pero la vicegobernadora Gloria Ruiz, lo hará con billetera corta, gracias a la ley que sobre el final impulsó Omar Gutiérrez, en la que algunos no desestiman la mano del gobernador.
A la Legislatura también llevó gente de su confianza, entre ellas Zulma Reina, quien puede poner frenos a quien quiera jugar al llanero solitario por afuera de las aspiraciones.
Sobre calle Leloir, solo Ruiz es inmanejable y su forma de hacer política desconcierta a los cuadros políticos tradicionales y a un modelo de gestión que viene con 50 años de herencia.
Si el MPN ingresa al frente todo podría romperse.