NEUQUÉN (ED). –“Alcanza para mitigar el riesgo”. Ese fue el argumento que utilizó el juez de garantías de la provincia de Neuquén, Juan Pablo Balderrama para otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria a Patricia Costich (alias La Gitana), quien está acusada de asesinato (en calidad de coautora) y venía purgando prisión preventiva. La puerta giratoria funciona full time.
La Gitana fue detenida durante el fin de semana extra largo de Semana Santa y 2 de abril cuando intentaba cruzar a Chile. Estuvo una década prófuga, pero el juez confía en que, ahora, no va obstaculizar el proceso judicial, que ella misma obstaculizó con su condición de prófuga.
Lo que se le atribuye a La Gitana es el asesinato de Alfredo Roca Jalil, perpetrado el 14 de abril de 2014 en Junín de los Andes y por el que ya fue condenado Gabriel Darío Salcedo, su cómplice. Según consta en el frondoso expediente judicial, entre las 22 del 13 de abril de 2014 y la madrugada del día siguiente, estos malandras lo mataron mientras intentaban robarle.
Los delincuentes realizaron una reserva en la hostería “El Montañez”, le solicitaron al hombre (de 65 años) que fuera a su habitación y una vez ahí lo golpearon y maniataron para poder revisar el lugar. Roca Jalil murió producto de los golpes que le propinaron.
El último viernes, el fiscal Manuel González requirió la prórroga de la prisión preventiva por otros dos meses, desde el primero de mayo. Pero el juez rechazó el pedido y La Gitana volvió a su casa. La novedad se conoció este lunes.
