NEUQUÉN (ED). — La decisión política de poner el foco en los delincuentes y no en sus víctimas tuvo una clara manifestación en la Legislatura neuquina, donde un diputado provincial argumentó (desde ese ángulo) su rechazo a un proyecto que propone dotar a la policía de pistolas Taser.
El diputado Andrés Blanco (Frente de Izquierda) dijo que las consecuencias que la descarga eléctrica genera en personas con determinadas patologías, pueden ser permanentes o incluso mortales. Nada dijo sobre la prevención o la necesidad de implementar acciones para evitar el avance de la delincuencia.
Por el lado del kirchnerismo, el diputado Darío Peralta (Unión por la Patria) hizo reparos a la propuesta al señalar que los dispositivos en cuestión no constituyen “armas no letales sino menos letales” que las de bala.
El proyecto es analizado en la comisión de Derechos Humanos, Peticiones, Poderes y Reglamento donde su autor, Marcelo Bermúdez (PRO-NCN), destacó que las Taser son muy útiles en shoppings, estaciones de servicio o bancos, donde el uso del arma de fuego para evitar un delito podría provocar la muerte de terceros. El objetivo, dijo el legislador, es “dotar a la policía de un arma que no mate ni genere incapacidad”.
Otro de los diputados del frente de partidos oficialista, Ernesto Novoa (Comunidad) adelantó el “acompañamiento” y se inclinó a favor de su utilización en los casos en los que la persona que comete el delito esté armada. Remarcó que, en los enfrentamientos, la policía cuenta con “sólo segundos” para decidir sobre su accionar y recordó el asesinato, bajo servicio, del joven oficial Sergio Hernández de Mariano Moreno, quien fue apuñalado por un malviviente al que intentaba calmar. Eso ocurrió en 2006.
Novoa señaló que aquel policía murió “en soledad” y criticó la falta de acompañamiento de organizaciones sociales ante la caída de estos “servidores públicos”.