La Planta de Agua Pesada tendrá impulso de los gobiernos provincial y nacional. Un funcionario de Milei estudia el mercado internacional.
NEUQUÉN (ED) — Mucho se habló, en los últimos años, de la posible reactivación de Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP). De hecho, fue anunciada durante la gestión anterior, pero producto de la inacción de Alberto Fernández (y de su secretario de Energía, Darío Martínez) se agotó en una expresión de deseo. Ahora, tras el cambio de gobierno, las posibilidades de reactivación son serias.
Esta semana, el ministro de Infraestructura de la Provincia de Neuquén, Rubén Etcheverry, recibió a un enviado del presidente Javier Milei. Se trata del presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle, quien dio definiciones claras sobre la planta ubicada en Arroyito.
“Con el ministro estamos viendo las posibilidades que está dando el mercado mundial para poner la planta a producir”, dijo el presidente de la CNEA. Y agregó: “Estamos acordando un periodo para desarrollar los negocios durante lo que queda este año, durante este semestre”. “Puede haber una demanda de este producto que nosotros tenemos, que es el agua pesada; tenemos la esperanza de que el año que viene podamos reactivar la planta”, reforzó.
Por su parte, Etcheverry explicó: “Creo que tenemos visiones similares de lo que pensamos para las oportunidades para la planta de agua pesada de Arroyito, es decir, ver estas oportunidades de mercado a futuro de agua pesada, pero también otras opciones de inversión”.
El ministro remarcó que acordaron plazos de trabajo cortos, “seis meses para ver, por un lado, el mercado mundial y, por otro lado, para ver otras opciones de inversión que queremos evaluar a través de distintos focos y distintos inversores que hoy ven la posibilidad de este activo tan importante que pueda ser utilizado también para otros usos petroquímicos”.
