NEUQUÉN (ED) — La llegada de la nueva gestión provincial pateó el tablero con la pesada herencia de trabajadores que no hacían honor a su nombre, pero tenían el beneficio del cobro asegurado, aún sin prestar servicios. Con el plan de austeridad en la mano, ya no quedó lugar para los ñoquis en el plato. Y un novedoso programa de seguridad avanza con la intención de saldar esta deuda histórica. Mandará a patrullar a los empleados públicos que se quedaron sin funciones.
Las primeras pruebas se llevarán a cabo en agosto en el barrio Gregorio Álvarez de la ciudad de Neuquén y se espera que permitirán anticipar y detectar situaciones de riesgo o emergencia. La iniciativa surge con el visto bueno del ministerio de Seguridad y el Trabajo y Desarrollo Laboral, y se traducirá en una mayor presencia del Estado en los barrios.
Pero eso sí, no irán crudos, se les brindará una serie de capacitaciones para permitir que su aporte a la seguridad en lugares estratégicos de la capital neuquina.
Desde la subsecretaría de Prevención y Organización Ciudadana se aclaró que será para alivianar la carga dura de la Policía, pero que apunta exclusivamente a la prevención, con presencia en zonas escolares, espacios recreativos y espacios deportivos.
