Es imperioso erradicar el abuso de suplencias docentes

Ingreso del CPE Foto archivo ED



El promedio nacional es de 20% de suplentes, en Neuquén trepa al 55%; las licencias y los certificados truchos inciden en esto.

NEUQUÉN (ED) — Las suplencias de suplencias son, sin dudas, uno de los grandes vicios que padece la Educación Pública en Neuquén y al que tanto el gobierno provincial como la mayoría de los diputados intentan ponerle fin. Lo hacen frente a la resistencia del gremio ATEN, que capitaliza políticamente ese y otros abusos a los que la inmensa mayoría de la sociedad ha decidido decirles basta.

En Neuquén hay suplencias de suplencias y eso no sólo hace que descienda la calidad educativa (con la consecuente desventaja respecto del sistema privado), sino que además les generan pérdidas multimillonarias a las arcas provinciales, y ponen en igualdad de condiciones a los docentes que trabajan con los vagos. Lo de vagos no es una expresión caprichosa, ya que está demostrada (y acreditada) la existencia de certificados truchos con los que se tramitaron licencias apócrifas. La ausencia de ética, en verdad espanta.

Este sábado se conoció un informe que dio a conocer el Observatorio Argentinos por la Educación, que ubica a Neuquén entre las tres provincias del país con menor porcentaje de maestros titulares. El informe (realizado con datos de 2023) detalla que el promedio nacional es de 20 por ciento de suplentes en las escuelas primarias, mientras que en Neuquén se eleva al 55 por ciento. “Tener suplentes puede impactar de manera negativa en el aprendizaje, sobre todo cuando implica una interrupción de la continuidad pedagógica”, advirtieron los autores del informe.

En la provincia no sólo hay abusos (que arrastran décadas) sino también delitos. De hecho, hace sólo unas pocas semanas la fiscalía de Delitos Económicos dio detalles de una investigación por centenares de certificados de licencias psicológicas, que emitió un psicólogo de Andacollo y que presentaron, incluso, docentes de la ciudad capital. Esos certificados los expidió en el lapso de cuatro meses y están sospechados de truchos.

“De acuerdo a la investigación que iniciamos en el Ministerio Público Fiscal (MPF), este profesional habría emitido 800 certificados que fueron presentados en el Consejo Provincial de Educación (CPE), y otros 63 presentados en la administración central”, precisó el fiscal Pablo Vignaroli, quien encabeza la investigación.

La situación apena, pero no sorprende. De hecho, en junio de 2023 el entonces ministerio de Gobierno y Educación anunció que le hizo ahorrar 272 millones de pesos al Estado provincial neuquino, al detectar una importante cantidad de licencias médicas truchas.
Más acá el tiempo -en junio último- el diputado provincial Claudio Domínguez (MPN) advirtió que “la provincia gasta 100 millones de dólares al año y 20 millones en suplencias de suplencias”. También dijo que, si se evitan los abusos, el Estado tendrá recursos para construir “más de 50 escuelas”.

Como se dijo, la provincia trabaja en ello. Sin ir más lejos, el miércoles último, la ministra de Educación, Soledad Martínez, indicó que siguen trabajando para mejorar el seguimiento de las licencias médicas docentes. “En el caso de que, como consecuencia de las juntas médicas, entendamos que el diagnóstico no es suficiente para justificar el uso de la licencia, estamos actuando, disponiendo altas médicas”, informó. Las altas médicas son para que regresen a trabajar.

Tras la denuncia efectuada por los certificados supuestamente truchos firmados por un profesional de Andacollo, la ministra comentó que ya pidieron la intervención de la Fiscalía de Estado, para avanzar en una segunda denuncia contra otros profesionales.
Erradicar este vicio del sindicalismo docente (pleno de apetencias y de mezquindades políticas) contribuirá a la solución integral que el sistema educativo y la sociedad merecen.

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