NEUQUÉN (ED). — Si algo distingue al gremio docente es la dualidad política entre el oficialismo provincial y la oposición que lidera la capital. Una puja que tiene como protagonistas a los peronistas del TEP, a los que representa el secretario general Marcelo Guagliardo y la Izquierda que se siente cómoda con Angélica Lagunas, Patricia Jure y otras figuras que ostentan el poder.
Desde hace más de cuatro años, la seccional Capital -la más radicalizada- nunca aprobó una propuesta del Gobierno para salir de un conflicto docente. Por ello es que algunos piensas que a la hora de votar, le piden a sus militantes que ingresen a las asambleas con las manos levantadas.
Coincide con la llegada de Angélica Lagunas a la conducción gremial quién tras su paso por la Legislatura desembarcó nuevamente en la vicedirección de la Escuela 56 en el barrio Belgrano y rápidamente tomó las riendas de ATEN Capital hasta 2025. Se espera que en ese tramo siga siendo fiel “al resorte del no” que ya tiene aceitado.
“Nuestra militancia es política pero también es una militancia sindical”, anunciaba durante la pandemia y endurecía su postura de recuperar el sindicato para “enfrentar al gobierno”.
No al incentivo, no a las condiciones del IPC, y otros tantos vaivenes de discusión que terminaron de perjudicar a los chicos de las escuelas públicas. Hoy frente a una conducción provincial debilitada, la amenaza del paro interminable, asoma en el horizonte.
Algunos podrán objetar que aún en la gestión del Ariel Pino (más cercano a Guagliardo) como secretario General de ATEN Capital, las propuestas conciliatorias también fracasaban. Sin embargo las buenas intenciones terminaban sometidas al voto de los bases y el acuerdo fracasaba. El árbol ya venía torcido de abajo y terminó de madurar en 2021, cuando llegó Lagunas.
Neuquén lleva el doloroso dato de ser una de las jurisdicciones con mayor cantidad de paros docentes a nivel país. La Ley 25.864, sancionada en 2003 y a la que adhirieron todas las provincias, estableció un mínimo de 180 días de clase por año, sigue quedando en deuda, por los personajes de siempre.
