NEUQUÉN (ED) – La construcción de un puente sobre el arroyo Durán, generó varios problemas a un grupo de familias que vive en inmediaciones.
En total son cuatro las viviendas que vieron afectadas sus estructuras en Ignacio Rivas y Domene del barrio Don Bosco II.
Las personas viven en el lugar hace treinta años y debido a las fisuras presentadas en sus paredes, generadas por las vibraciones de la obra y el movimiento de suelo, acudieron a la Defensoría del Pueblo temiendo que se habilite un posible desalojo.
La entidad confirmó la denuncia de cuatros vecinas y a partir de las mismas, emitió un pedido de informes a organismo del municipio y de la provincia para analizar los alcances de la obra.
El lugar en cuestión se ubica al límite sur del barrio Don Bosco II con Altos del Limay, separados por calle Ignacio Rivas.