NEUQUÉN (ED) — Se realizó ayer una inspección y se tomaron muestras para analizar los niveles de contaminación del agua de la Laguna de San Lorenzo. En el relevamiento, técnicos de Recursos Hídricos constataron la presencia de residuos y, consecuentemente, estudiarán el agua de la laguna y los canales adyacentes que forman parte del sistema de evacuación pluvial.
Ante la preocupación de los vecinos, El Digital Neuquén denunció semanas el estado de abandono de la laguna y la fuerte carga de residuos en sus orillas y en el agua.
La operación es llevada a cabo por la comisión fiscalizadora por el saneamiento del arroyo Durán, integrada por Recursos Hídricos de la provincia, la Defensoría del Pueblo, la municipalidad y el EPAS. Las instituciones elaborarán un informe propio para presentar en la próxima reunión ordinaria de la comisión.
Paradójicamente, la laguna del barrio San Lorenzo es una de las cinco áreas protegidas de la ciudad y muestra agua oscura, basura, plásticos y cubiertas en sus orillas. Sin mantenimiento y con cartelería vandalizada, continúa siendo uno de los espacios públicos más concurridos del oeste. Dada su importante biodiversidad, es visitada con fines educativos por escuelas y, por su circuito de dos kilómetros, constituye una salida deportiva y recreativa para cientos de vecinos.
Su origen fue consecuencia de la acción humana, cuando en la década del 70 se comenzó a extraer áridos de allí para la construcción de obras relevantes, como el aeropuerto de la ciudad. De esta manera, las napas inundaron el terrero, generando un humedal urbano muy relevante para la región.
