NEUQUÉN (ED) — Cerca de 200 mil personas acompañaron el cierre una nueva edición de la Fiesta de la Confluencia. La masiva convocatoria ratificó que cuatro días ya no alcanzan para cubrir la expectativa de tanto público que se apropió de la isla 132.
Familias completas acudieron al último día del festival, disfrutaron de todas sus actividades y paseos, bailaron con la música del artista internacional, Sebastián Yatra y, con un cambio de programación, del cierre a cargo de la cumbia santafesina de Los Palmeras.
En una tarde soleada y calurosa se presentaron propuestas infantiles de todo tipo: pintura con atriles, cocina, armado de máscaras de carnaval e instrumentos, juegos, el paseo de Dino Aventura y shows en vivo. Allí, estuvieron el mago Joaquín Di Magic y la obra estable Un, Dos, ¡Pez! (pez al revés). También se presentó el escritor, músico y cantante Luis María Pescetti, premiado y reconocido en varios países del continente por sus canciones humorísticas y juegos interactivos.
Para los jóvenes, continuaron los karting a pedal, tirolesa, palestra, pista de BMX, slackline, fútbol en burbujas, canchas de beach volley y beach handball y sillas voladoras de 50 metros de altura. En el escenario hubo baile de twerk, reggaetón y dancehall, una demostración de Kangoo Jump y una clase de zumba.
También hubo feria, continuaron los stands municipales y, en el escenario de la entrada continuó el jazz, hubo sector de música electrónica y una fiesta caribeña. Llamó la atención la ausencia de las pulseras especiales para menores de edad el domingo, propuesta que funcionó durante los anteriores días. El parque de diversiones continuó abierto hasta el final y se acompañó la noche con el sector cervecero y decenas de puestos de comida.
Las familias completas, muchas con bebés y ancianos, continuaban ingresando en columnas con reposeras en mano, incluso durante el show de Sebastián Yatra, penúltimo artista de la fiesta de los neuquinos. El ambiente era tranquilo, pero festivo, los y las adolescentes se mostraron entusiasmados por la presencia del cantante colombiano que, entre fuego del escenario y una leve llovizna, dio el recital más grande de su carrera.
La gente era tanta que comenzó a fallar la conexión de los celulares. Los Palmeras, convocantes y populares, tocaron sus clásicos “El Bombón Asesino”, “Olvídala” y, por supuesto, “Soy Sabalero”. El cambio en la programación, en la que originalmente cerraba el cantante de pop latino, fue un acierto: casi 200 mil personas corearon y bailaron en familia la cumbia nacional.