BUENOS AIRES (NA) — A pesar de los recortes en la tasa de política monetaria y del pedido del presidente Alberto Fernández respecto de la necesidad de contar con créditos para el consumo, las tasas que cobran los bancos para financiarse llegan hasta cuadruplicar a la de referencia, según el caso, lo que complica la reactivación del mercado interno.
Una de las piezas necesarias para terminar de dar el envión pretendido es la posibilidad de contar con menores tasas de interés para el consumo, un pedido que hasta el momento las entidades financieras no atendieron.
El Banco Central, por su parte, ya aplicó seis recortes del límite inferior de la tasa de interés de Leliq, tomada como referencia en el mercado y posicionada en 44%, aunque ello no se reflejó de manera marcada en el costo de los créditos.
“Estoy esperando que lo hagan y si no lo hacen, voy a tratar de convencer al Banco Central para que intervenga”, alertó el Presidente, quien criticó que “no se pueden estar cobrando las tasas que se están cobrando en tarjeta de crédito para hacer el pago mínimo”.
El director de la consultora Focus Market, Damian Di Pace, indicó en diálogo con NA que los préstamos personales pueden llegar al 70 por ciento, mientras que para el pago mínimo de la tarjeta alcanzan el 170 por ciento.
El especialista en consumo consideró que en muchos casos los ingresos no llegan a equiparar los gastos con la tarjeta de crédito, lo cual obliga a pedir luego un préstamo con el fin de hacer frente a esa obligación.
En el caso del pago mínimo, la tasa llega a casi cuatro veces respecto de la de política monetaria, mientras que para un crédito personal casi la duplica.
Precisó que el nivel de mora es el más alto desde 2007 al llegar a un 4,7%, según datos oficiales.
En el caso de los prendarios, el Costo Financiero Total oscila en 80 por ciento, pero puede llegar a superar esa cifra, según el banco.