NEUQUÉN (ED) — A pocos metros de donde la empresa Tiser se incendió todavía siguen vigentes las construcciones improvisadas de la toma Casimiro Gómez. Allí, en menos de dos meses, se instalaron siete comedores y dos merenderos para que los niños y niñas puedan acceder a alimentos básicos, algunos días de la semana.
Emanuel López, referente de la toma, comentó en comunicación exclusiva con El Digital Neuquén que los merenderos son gestionados por vecinos y, en su mayoría, son obreros de la construcción que cobran un sueldo básico y saldan de su propio bolsillo las deudas.
Otro de los merenderos está asistido por Cáritas y no alcanza. “Acá los chicos están comiendo cuatro días bien y, el resto, es a mate cocido y tortas fritas”. Sólo en los cuatro comedores principales, atienden aproximadamente a 300 chicos.
Los vecinos afirman que no se volverán a sentar en una mesa de negociación con el gobierno, hasta que se los abastezca con agua potable y alimentos.
Por ello ya comenzaron a evaluar un plan de lucha con acciones concretas y visibles. “Todo que demuestre que somos pacíficos, que estamos abiertos al diálogo, pero también queremos hacer valer nuestros derechos”, señaló.
También resaltó que, a pesar que cuesta, los vecinos se organizaron y están esperando la llegada de organismos de Derechos Humanos. “Los vecinos están muy preocupados porque nos han criminalizado, se nos acusó de delincuentes y nada más”, mencionó.
Con tono desesperado, López se preguntó: “La Defensoría del Pueblo no ha llegado, si nos llaman vamos a ir, pero como Defensor del Pueblo, tendría que él acercarse acá”.
Principalmente, López comparó la realidad de la toma, desatendida y urgente, con el incendio ocurrido hace días en la empresa Tiser, de Parque Industrial: “acudió Defensa Civil, ambulancias, de todo, y acá el día del viento, para nosotros no hubo Defensa Civil, no hubo derechos. No corrió nadie por nosotros, solamente los delegados que están cumpliendo de Estado porque están auxiliando a las familias que están necesitadas”, cruzó.