BUENOS AIRES (NA) — La Argentina propuso hoy a los acreedores un período de gracia de tres años para empezar a pagar deuda, y una quita de US$ 41.500 millones entre capital e intereses, y dio un plazo de veinte días para aceptarla, al advertir que “hoy no se puede pagar nada”, en medio de la pandemia de coronavirus.
Así lo anunciaron el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un acto en Olivos junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la mayoría de los gobernadores.
La propuesta incluye una quita de US$ 3.600 millones en stock de capital, equivalente al 5,4%, y de US$ 37.900 millones en intereses, que llega al 62%.
“Argentina empezaría a pagar en 2023”, señaló el titular de Hacienda, y advirtió que “hay gente jugando muy fuerte porque los acreedores quieren que la Argentina pague más y hay muchos intereses en juego”.
“Tenemos que estar todos unidos atrás de esta oferta. Es una propuesta fundacional para sentar las condiciones de un desarrollo sano. Mientras tanto seguiremos trabajando día a día”, pidió.
Como primer paso de la reestructuración, el Ministerio de Economía solicitó a la Comisión de Valores de Estados Unidos una autorización para emitir deuda por US$ 50.500 millones.
Guzmán detalló que la oferta propone un interés promedio de 2,33% en los bonos que se entregarán a cambio de los reestructurados, una quita de 3.600 millones de dólares en el stock de capital, equivalente al 5,4%, y de 37.900 millones en intereses, que corresponde al 62%.
El ministro advirtió que la Argentina “no puede pagar nada”, destacó que la propuesta es “sostenible”, y rechazó la posibilidad de un mayor ajuste fiscal, como piden los acreedores.
“Lo que se dice del otro lado es que tiene que haber más ajuste fiscal, rápido y en mayor cantidad. Eso destruiría el futuro, las oportunidades, de millones de personas en la Argentina”, cuestionó el ministro, y prometió seguir buscando “el entendimiento entre las partes”.
Indicó que la Argentina buscará con su propuesta “cambiar la estructura de bonos por otra que implique un período de gracia de tres años”.
Destacó que hay “fuertes” coincidencias con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre cómo renegociar la voluminosa deuda.