NEUQUÉN (ED) – El feriado del 1 de mayo no se sintió como otros años. Pese al aislamiento social obligatorio, la ciudad mostró un fuerte movimiento comercial similar a otro viernes laborable.
Muchos comerciantes neuquinos le dieron descanso a sus empleados, pero abrieron sus negocios. Verdulerías, ferreterías y mercados trabajaron con normalidad en distintas partes de la ciudad.
“Venimos con muchos feriados encima, para algunos es un domingo permanente y las ventas no levantan”, explicó un comerciante del oeste que sabe que cualquier oportunidad para vender es buena, aún en días feriados.
La presión impositiva, el alquiler y la poca actividad causada por el aislamiento social con pocos rubros exceptuados, obligó a los negocios a levantar sus persianas.
Durante la jornada el transporte público funcionaba con cronograma de feriado, con una sola unidad por línea recorriendo la ciudad. Pese a ello se vio un gran movimiento de personas caminando y comprando, además mayor circulación de autos.