BUENOS AIRES (NA) — El ministro de Educación, Nicolás Trotta, adelantó hoy que “en las próximas semanas vuelven las clases en algunas provincias”, en tanto que remarcó que esa decisión se postergará en el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires para agosto o septiembre.
Trotta subrayó que se “están analizando con los gobernadores” las posibles fechas de reinicio de clases, al señalar que “hay un nivel de circulación distinto en cada provincias del país”.
“Entonces frente a eso, hay gobernadores que manifestaron su voluntad de iniciar un período escalonado del reinicio de clases”, explicó el funcionario nacional.
En tanto, el ministro afirmó que la determinación de regresar a las clases “es del Gobierno Nacional”, pero aclaró que “la decisión final la va a tener cada gobernador, siempre cumpliendo dos conceptos básicos: cumplir los protocolos y tener consenso social con toda la comunidad educativa.
“Estamos analizando con cada gobernador la posibilidad de que vuelvan las clases en cada provincia”, sostuvo en declaraciones radiales.
A la vez, advirtió: “Hay que ser muy cuidadosos, porque a veces perdemos de vista que estamos frente a una pandemia, no hay que relajarse y hay que convivir con el distanciamiento social y cierta modificación de conductas que antes eran normales y ahora no los son”.
Además, Trotta se refirió a la baja en el pago de las cuotas en los colegios privados: “Cada vez se paga menos, nos preocupa la situación de las familias, citamos a las 4 asociaciones y acordamos con ellas que se pueden posponer los pagos y que eso no tenga impacto en el acceso a la educación de los chicos”.
Sobre cuál será el comportamiento luego de la pandemia, el ministro enfatizó que hay que “mantener el distanciamiento social en el aula, los espacios comunes”.
“El propio hecho que no haya contacto entre distintas aulas, el ingreso al aula y el uso del transporte público, que a pesar que no es nuestro ámbito, tenemos que tenerlo en cuenta”, indicó.
Y agregó: “Esta pandemia permitió que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la profunda desigualdad, que no nació con la pandemia pero también está en el campo educativo. Nosotros desplegamos una agenda analógica, no el uso de la tecnología, porque hay grandes niveles de desconectivdad y profunda desigualdad”.