BUENOS AIRES (NA) — El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que la expropiación de Vicentin “es un remedio absolutamente excepcional” y no “una regla”, pero insistió con que si le traen “una mejor solución, encantado la tomaría”, ya que no es “amigo de las expropiaciones”.
“Si me traen una mejor solución, la tomo encantado. No soy amigo de las expropiaciones”, explicó el mandatario, que descartó que Vicentin sea un primer paso hacia otras estatizaciones en el futuro.
“La expropiación es un remedio absolutamente excepcional, no una regla”, señaló, y dijo que no tiene “ningún problema con las empresas que están funcionando bien”.
Según el jefe de Estado, Vicentin “es una empresa en quiebra” que “tomó créditos a diestra y siniestra”, acumulando deuda que los propios dueños admiten que “no están en condiciones de pagar”.
“El motivo por el cual no veo otra forma de hacerse cargo que no sea la expropiación es porque lo otro sería muy turbio.
¿Cómo hago yo para negociar la toma de cada organización de la empresa con empresarios que están muy cuestionados por la forma en que condujeron la empresa en los últimos tiempos?”, se preguntó. .
En declaraciones al programa “Incorrectamente Políticos”, que se emite por radio Rivadavia, Fernández explicó que no se está expropiando una empresa “que era una maravilla” sino una empresa cuyos “dueños dicen que no pueden hacer frente sus obligaciones”, y que “le piden al Estado que invierta en la empresa” porque ellos “están quebrados”.
“No lo digo yo, lo dicen ellos. Ellos declararon el estrés financiero, ellos me dijeron el otro día que no pueden hacer frente a sus obligaciones. Ellos me pudieren que el Estado se hiciera cargo”, insistió.
Según señaló, la diferencia es que los actuales dueños de Vicentin proponen “procedimientos poco posibles de llevar a cabo”.
No obstante, se mostró abierto a una “solución” alternativa en caso de que alguien encuentre esa fórmula superadora.