BUENOS AIRES (NA) — La vacuna contra el coronavirus de la universidad de Oxford generó en los pacientes que participaron de la fase 1 de testeos una “doble defensa” contra la enfermedad.
Según reportó este miércoles el medio británico The Telegraph, los resultados -que serán publicados oficialmente en el medio especializado The Lancet el 20 de julio- indicaron que las muestras de sangre extraídas a los voluntarios mostraron que la dosis había producido tanto anticuerpos como linfocitos T citotóxicos, los cuales atacan y neutralizan células infectadas.
Los científicos destacaron la producción de este tipo de linfocitos e indicaron que, a diferencia de los anticuerpos – que distintos estudios sugirieron pueden desaparecer después de algunos meses- esta respuesta inmune puede permanecer en circulación durante años.
“Es esta combinación la que esperamos que mantenga a salvo a las personas”, indicó una fuente al medio británico.
De mantenerse la producción de estos linfocitos a estos niveles, indicaron, no sería necesaria una producción masiva de anticuerpos para generar inmunidad a la enfermedad.
No obstante, apelaron a la cautela, ya que, si bien los resultados son “extremadamente prometedores”, no prueban que la vacuna genera una inmunidad duradera contra el Covid-19.
Al momento del anuncio, se reveló también que Estados Unidos se ha procurado aportar 300 millones de dosis, en el marco de un acuerdo en el que comprometió más de 1.000 millones de dólares para garantizar las pruebas y la fabricación.
En tanto, Reino Unido reservó otros 100 millones de la moneda estadounidense. Las acciones de AstraZeneca subieron más de 5 por ciento como consecuencia de los resultados.
Moderna, cuya vacuna probada arrojó resultados positivos, a diferencia de Oxford y AstraZeneca, todavía no ha comenzado con la fase 3 de sus pruebas, ya que lo hará el próximo 27 de julio, cuando inocule a 30.000 personas en 87 locaciones distintas a lo largo de Estados Unidos.
La vacuna de Moderna utiliza material genético llamado ARN mensajero para hacer que las células produzcan la proteína espiga del coronavirus.