NEUQUÉN (ED) — A través de un dictamen que se conoció hoy, el Tribunal de Faltas N°2 aplicó una multa al propietario de un potrillo, ante su imposibilidad de cumplir con las condiciones de cuidado necesarias y dio al equino en adopción, sentando jurisprudencia respecto al derecho de los animales en la región.
La intervención tuvo lugar el pasado 7 de julio, cuando la subsecretaría de Ciudad Saludable fue alertada por una vecina por la presencia de un potrillo abandonado en la vía pública en la plaza Costa del Sol, el cual deambuló por la zona por aproximadamente cinco días.
La secretaria de Ciudadanía municipal, Luciana De Giovanetti, destacó el trabajo que viene realizando la subsecretaría de Ciudad Saludable por la prevención y erradicación del maltrato y crueldad hacia los animales no humanos. “Esta promoción de la protección animal se realiza junto a las organizaciones de la sociedad civil y las comisiones vecinales de la ciudad”, destacó.
Por su parte, la subsecretaria de Ciudad Saludable, Andrea Ferracioli, calificó como un “hecho histórico la inclusión de la perspectiva del derecho animal dentro de los fundamentos de la sentencia, considerando al potrillo sujeto de derecho no humano”.
En consecuencia, el dictamen de la jueza Romina Doglioli expresó que “del análisis de la evolución del derecho de los animales se concluye que deben ser considerados como sujetos de derecho no humanos, por lo tanto, titulares de derecho” y agregó que “se va a guardar especial atención en que el potrillo sea criado en lugar adecuado, y con todas las previsiones que se deban guardar para cuidar de su salud y desarrollo psicológico”.
Asimismo, la funcionaria dispuso que la subsecretaría a cargo de Ferracioli proceda a inspeccionar la chacra donde sería restituido el animal a los efectos de verificar las instalaciones, cuando el propietario declaró estar imposibilitado de cuidarlo adecuadamente. Ante esta situación, el Tribunal dejó sin efecto la restitución y ayer se concretó la adopción definitiva del potrillo, quedando a la guarda de Juan José Ferri, su nuevo cuidador responsable.
