NEUQUÉN (ED). — Una vez más, los Rioseco volvieron a mostrar el juego a dos puntas. Es que mientras Ramón (parlamentario del Mercosur) criticó en duros términos los encuentros virtuales del gobernador Omar Gutiérrez con funcionarios del FMI, su hermano José estuvo en la residencia de la Costa, posando para la foto con el máximo mandatario provincial.
Gutiérrez invitó al intendente de Cutral Co para ponerlo al tanto de las gestiones para una serie de obras que redundarán en beneficios para los habitantes de esa ciudad.
José es el jefe comunal, pero su jefe político es Ramón y, quienes lo conocen, no dudan en afirmar que este último, quizá haya comenzado a posicionarse en busca de una candidatura a diputado nacional para el año entrante. La provincia renueva tres bancas: una del MPN, una del Frente de Todos y la otra de Juntos por el Cambio.
Durante la misma mañana en la que Ramón continuó con su gira por los medios para fustigar las charlas con el Fondo, José era recibido a orillas del Limay (con sus carpetas bajo el brazo).
“No tiene mucha razón de ser para la provincia que el FMI se entrometa, se interese por la política, digamos, de endeudamiento que tiene la provincia de Neuquén, y que esté muy vinculado con lo que significa Vaca Muerta”, dijo Ramón y, en diálogo con RN Radio agregó que “al FMI no hay que pagarle porque la deuda es ilegítima”. Casi un arrebato trotskista.
En la residencia oficial, Gutiérrez y José avanzaron en la gestión de dos obras muy importantes para la localidad. Se trata de la colectora cloacal sur y del desagüe pluvioaluvional, que fueron presentadas para su financiamiento a través del programa nacional Argentina Hace y requieren de una serie de autorizaciones provinciales para impulsar el proceso de licitación.
En fin, Ramón atacó con retórica y Gutiérrez le respondió con gestiones.