Uno de los boliches emblemáticos de Neuquén cambió su fachada para darle paso a una nueva etapa, la de ser una iglesia de la fe evangélica.
Se trata de “Ticket”, ubicado sobre la avenida Olascoaga, cera del río y centro de diversiones durante año de la juventud no sólo neuquina, sino también de las localidades de la zona.
Desde esta semana, con un nuevo color en sus paredes, el tradicional cartel con el nombre del boliche dio lugar a una pintada que dice “La Casa de las Naciones”.
Esta transformación no es la primera que vive la ciudad, ya que el primer caso ocurrió hace unos meses en el “Mega”, el local bailable que se encontraba a la vera de la Ruta 22 y solía ser el centro de la movida cumbiera. Ahroa es un centro evangélico y el ruido de la noche pasó a ser una anécdota de los vecinos. Seguramente ocurrirá lo mismo ahora en el Río Grande.