NEUQUÉN (ED). — “Finalmente, como se esperaba, llegaron las facturas de la cooperativa CALF y con ellas el aumento tan temido, producto del nuevo marco regulatorio firmado entre la Municipalidad y la proveedora de energía eléctrica de la ciudad capital”, dijeron desde la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Neuquén (AEGHN) que preside Gustavo Ammann.
“Lamentablemente transitamos el segundo año de una crisis sin precedentes para nuestro sector. Apenas podemos funcionar, pagar sueldos, brindar servicios al turismo en plena temporada y ni hablar de poder afrontar el pago de un tarifazo en los servicios públicos”.
“Se preveía un aumento de las facturas de hoteles y establecimientos gastronómicos de hasta el 70% y hoy tenemos las facturas que lo ratifican. Esta no es la primera vez que elevamos nuestra voz ante un perjuicio semejante, que nos propina un golpe devastador. Cuando se debatió el marco regulatorio en el Deliberante capitalino hicimos las observaciones al Proyecto, pero -como venimos viendo desde el comienzo de la pandemia y las extensas restricciones- no fuimos escuchados”, agregaron.
“Nunca está de más recordar que es el sector privado el que genera riqueza, empleos e impuestos que permiten el funcionamiento del Estado. Son inentendibles estas decisiones políticas que persisten en destruir el sector productivo. En la situación actual de la economía, estas medidas en lugar de generar reactivación hunden más al empresario”.
“Como dijimos en otras oportunidades, un importante sector de la dirigencia en lugar de apoyar y facilitar la actividad de las empresas, las castiga como si fueran las culpables de las crisis que la política no puede resolver”, dijeron. “Hacemos un llamado a la racionalidad por parte de las autoridades correspondientes. Han bajado sus persianas más de 20.000 empresas el año pasado. Hay que evitar que sigan cerrando las que quedan en pie”, concluyeron.