NEUQUÉN (ED). — La asociación que nuclea a los empresarios hoteleros y gastronómicos (AEHGN) expresó su descontento contra funcionarios, en especial de la Municipalidad de Neuquén. Lo hizo con una carta a la que tituló “Enoja tanto silencio de nuestros dirigentes”.
“Es cansador repetir los mismos reclamos una y otra vez, pero es hartante aun no tener una sola respuesta que nos permita entender dónde estamos parados”, dijeron para agregar luego que “el tarifazo de Calf al sector hotelero y gastronómico fue un tiro certero y con alto daño. El 70% promedio de aumento por el servicio de electricidad, en muchos casos significó un empujón más que nos acerca al precipicio”.
“Nos reunimos con las autoridades de la cooperativa y ellos nos remitieron al Concejo Deliberante. Los concejales son los que avalaron el aumento y ellos los pueden cambiar, nos dijeron a coro y hacia allá fuimos a pedir que nos oigan incluyendo al Intendente por su responsabilidad en el tema”, señalaron.
“Conseguimos hablar con el Ing. Alejandro Nicola (secretario de Coordinación e Infraestructura) hace más de una semana y pese a que el tarifazo es un tema de agenda pública hace 3 largos meses….tienen que estudiarlo”, lamentaron. “Pero claro, los tiempos electorales desplazan las urgencias e invierten las prioridades. Entonces, nuestros intentos de diálogo con los ediles, se vuelan con el viento”, prosiguieron.
“No es extraño este divorcio de quienes tienen responsabilidades con la realidad. Estamos solos y agobiados porque nadie piensa en cómo generar condiciones que favorezcan la actividad económica, el progreso y la generación demás trabajo. Estamos molestos con esta desidia”, rezongaron.
El reclamo también apuntó a la seguridad y lamentaron que “los delincuentes nos siguen usándonos de fuente de ingresos”.
“Vivir y trabajar en Neuquén no es sencillo. Nadie se merece el maltrato. Siempre pedimos dialogar y generar consenso. Pero parece que solo hay trato con patoteros y prepotentes que cortan rutas y amenazan los derechos de los ciudadanos”, sostuvieron.
Y concluyeron: “Resulta insólito que los empresarios que generan riqueza, trabajo y aportan los impuestos para que funcione el Estado, sean ignorados en el diálogo”.