BUENOS AIRES (NA) — El secretario de Energía, Darío Martínez, aseguró hoy que la construcción del gasoducto Néstor Kirchner “sigue avanzando en los plazos definidos y no se va a demorar”, a pesar de la renuncia de Antonio Pronsato, el funcionario que estaba a cargo de la Unidad Ejecutora de esa obra.
“La obra sigue avanzando en los plazos definidos. Quien la tiene a su cargo es Enarsa. Hay un cuadro técnico que ha tomado una decisión, pero hay que seguir trabajando en los plazos estipulados. La política energética siempre es a mediano y largo plazo”, sostuvo el funcionario.
Martínez se refirió así a la renuncia de Pronsato, quien desempeñaba funciones dentro de Enarsa y tenía a su cargo la realización del proyecto: según el titular de Energía, la dimisión se produjo por “diferencias internas, pero no tiene que ver con el proceso del gasoducto”.
El gasoducto Néstor Kirchner demandará una inversión de US$ 1.500 millones, permitirá transportar gas desde Vaca Muerta hasta la provincia de Santa Fe y, según Martínez, se trata de una obra “importantísima y estratégica para la Argentina”.
“Lamentamos que durante el Gobierno anterior no se hizo porque no se pudo, no se quiso o no se supo. El gasoducto va a resolver a futuro un problema estructural en nuestro país y nos permitirá ser proveedores de gas en toda la región. Y si se hace la planta de Gas Natural Licuado (GNL) en todo el mundo”, enfatizó.
En declaraciones radiales, Martínez resaltó que el Gobierno “viene dando pasos acelerados en función de tener un incremento en la producción de gas. Hace dos años teníamos un fuerte declino, se lanzó el Plan Gas Ar que fue exitoso. Y ahora, el presidente Alberto Fernández ha tomado la gran decisión de lanzar el gasoducto Néstor Kirchner que nos va a permitir dejar de importar GNL”.
Sobre esta obra, explicó: “En la primera etapa, ya se han adjudicado los caños y se hicieron los estudios de impacto ambiental. Esta semana van a estar los pliegos. No solo nos va a dar la posibilidad de tener más gas, sino también más parques industriales”.
“También vamos a dejar de importar GNL en el mediano plazo que hoy cuesta, en función de la guerra en Ucrania, entre US$ 25 y US$ 30 por millón de BTU, cuando el gas argentino lo vamos a producir a precios promedio de US$ 3,50, se paga en pesos y genera trabajo argentino”, subrayó.
Por otra parte, Martínez se refirió a las tarifas y anticipó que esta semana se hará oficial la segmentación, a través de la cual el 10% de los usuarios de mayor poder adquisitivo dejará de contar con subsidios.
También insistió con que ninguna tarifa evolucionará por encima de la evolución de los salarios.