NEUQUÉN (ED) — No sólo la llovizna les complicó la jornada a quienes salieron esta mañana para sus trabajos, en la ciudad de Neuquén. También lo hizo Autobuses Neuquén, empresa mega subsidiada que volvió a dejar a buena parte de sus pasajeros a pata. Su fracaso, desidia y descaro ya alcanzaron niveles superlativas, a punto tal que están cerca de alcanzar al astronómico precio de los boletos.
Esta vez fueron 30 los colectivos de la ex Indalo que no salieron de su base por encontrarse en malas condiciones. Así lo informaron desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los choferes. La semana última fueron 40 las unidades que no circularon por el mismo motivo, lo que también expone el grado de inseguridad a la que esta compañía expone al tránsito en general y a sus usuarios en particular.
Todos los meses, Autobuses Neuquén embolsa subsidios nacionales, provinciales y municipales por entre 55 y 60 millones de pesos. Lo que detectaron las inspecciones de la UTA fue falta de limpia parabrisas, calefacción, problemas con frenos.