BUENOS AIRES (NA) — La industria del limón atraviesa un difícil panorama para comercializar la fruta al reducirse los mercados para exportar, debido a las alteraciones que ocasionó la guerra en Ucrania. Esto generó un importante excedente que debe ubicarse en el mercado nacional, pero que se encuentra con una doble dificultad: por un lado la de conseguir compradores y por otro la de los vaivenes en los precios a causa del dólar.
Edgardo Marcelo Tanco, es un productor de limones de la zona de Pichanal en Salta, que tuvo que dejar pudrir 280 toneladas, la producción de 14 hectáreas de limones, porque no consiguió compradores. Es la primera vez que debe tirar la fruta al suelo.
“La tuvimos que tirar porque hay que descargar las plantas. Somos una Pyme, una micro familiar, y no tenemos empaque para llevar nosotros la comercialización”, señaló el productor de 75 años en una entrevista gráfica.
Asimismo, agregó que “la gente a la que siempre le vendía este año no pudo llevarlo porque no les da el precio. El dólar quieto no ayuda, porque bajan mucho los precios y esto hace que bajen en el mercado interno, que también está saturado”.
Ante la opción que le recomendaron vecinos y conocidos de regalar los limones explicó que de todas maneras iba a tener un costo imposible de afrontar, por lo que indicó que “no hubo más remedio. Para regalarla tengo que bajarla, juntarla y entregarla, pagarle a un equipo y no tengo para hacerlo. También pensé que si dejo entrar a alguien ajeno al campo si tiene un accidente me van a culpar a mí”.
En ese sentido, añadió que “no voy a hacer nada con llevar una bolsita de limones para regalar. Nosotros vendemos en árbol. Mi comprador viene con sus camiones a bajar los limones y se los lleva”.
Tanco manifestó que “en este momento en la Argentina hay sobreproducción de limones, porque no se exportó y se saturó el mercado. Le está pasando a mucha gente, pero hay quienes no hablan porque les da miedo”.
Finalmente hizo referencia a la falta de personal dispuesto a trabajar, asegurando que “la gente que quiere trabajar en el campo es muy poca. No hay personal para la mano de obra y los que podés contratar no quieren que los pongas en blanco por el plan social. Hoy estábamos haciendo las cuentas para pagar los sueldos, Uatre, contador y entre todo tenemos que poner casi 1 millón de pesos. Empezamos a sumar y nos asustamos. Hay que ajustarse permanentemente”.