BUENOS AIRES (NA). — Un hombre fue detenido en las últimas horas tras ser acusado como el líder de un criadero ilegal en una casa del barrio porteño de Nueva Pompeya en el que había 17 perros hacinados y 50 aves muertas en sus jaulas.
Vecinos denunciaron lo que sucedía e intervino en la investigación la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Carlos Rolero Santurián.
Luego de recoger distintas pruebas, ordenaron un allanamiento en el que se encontraron 14 perros de la raza boyero Berna, de los cuales ocho eran adultos y seis eran cachorros; una raza Jack Russell y dos Golden Retriever.
Estos animales estaban hacinados, con poco espacio para circular, sucios y movilizándose sobre el excremento. De esta manera, el personal veterinario catalogó a esto como un maltrato animal.
A su vez, en otro espacio de la vivienda había un pequeño espacio que contaba con un criadero de aves, todas ellas muertas. Eran 54 canarios y cuatro mandarines, quienes perdieron la vida por no ser alimentados durante varios días.
Los cadáveres de las aves permanecían en las jaulas desde hace días, por lo que había riesgo por una eventual propagación de enfermedades zoonóticas.
La UFEMA ordenó el secuestro de los perros y jaulas, al igual que el retiro de los cadáveres de las aves.
Quien estaba a cargo de este criadero fue detenido por cometer los delitos de actos de crueldad animal.
Se procedió a clausurar el lugar por funcionar como un criadero clandestino y no estar apto en términos de funcionamiento, seguridad e higiene. Los animales rescatados fueron trasladados y resguardados en una ONG.