LONDRES (Reuters) – Las bolsas globales iniciaron la semana en terreno positivo, pese a señales contradictorias de una posible tregua en la disputa comercial entre Estados Unidos y China, mientras que las preocupaciones sobre el crecimiento económico mundial expresadas por autoridades de la Reserva Federal minaban al dólar.
Los mercados asiáticos tardaron en afirmarse pero repuntaron al final del día. El índice compuesto de la bolsa de Shanghái cerró el lunes con un alza de 0,9 por ciento. El referencial japonés Nikkei subió un 0,65 por ciento a 21.821,16 puntos.
Las acciones europeas subían alentadas por los avances de casi 1 por ciento en los sectores de minería y tecnología que ayudaban a los inversores a sacudirse de los efectos del Brexit.
En el mercado cambiario, la libra esterlina se apreciaba ante el retroceso del dólar. Los futuros del índice S&P 500 en Wall Street, en tanto, cotizaban con una baja de 0,2 por ciento.
Las acciones estadounidenses repuntaron el viernes cuando el presidente Donald Trump dijo que podría no aplicar nuevos aranceles a las importaciones de bienes chinos, después de que Pekín emitió una lista de medidas que estaba dispuesto a adoptar para resolver la riña comercial.
* Los comentarios dieron paso a especulaciones de que podría forjarse un acuerdo cuando Trump se reúna con el presidente chino, Xi Jinping, durante la cumbre del G-20 que se realizará este mes en Argentina.
Otra fuente de incertidumbre es el panorama para las tasas de interés de Estados Unidos. Las autoridades de la Fed aún prevén seguir elevando los costos de endeudamiento, pero expresaron temor por una posible desaceleración del crecimiento global, lo que llevó a los mercados a sospechar que el ciclo de endurecimiento monetario podría terminar pronto.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años declinaron a 3,08 por ciento, desde máximos recientes de 3,25 por ciento.
El dólar declinaba un 0,08 por ciento a 96,387 ante una cesta de monedas rivales, por debajo de su máximo del año de 97,693. El euro operaba estable en 1,1420 dólares, mientras que la moneda estadounidense retrocedía ante su par japonesa a 112,77 yenes.
