BUENOS AIRES (NA) – Con un abultado resultado a favor que no refleja algunos padecimientos por los que tuvo que atravesar, Independiente venció con relativa comodidad a San Martín de Tucumán por 4 a 0, al cabo de un aceptable encuentro disputado esta noche en el estadio “Libertadores de América”, en el marco de un partido pendiente de la primera jornada de la Superliga que en su momento se había suspendido porque el “Rojo” se hallaba disputando la Copa Suruga Bank.
Pablo Hernández, a los 26 minutos del primer tiempo, inauguró el marcador para el local. Ya en el complemento, Fernando Gaibor, a los 33 minutos a través de un penal, amplió las cifras, en tanto que Braian Romero y Emmanuel Gigliotti, a los 45 y 47 minutos respectivamente, decoraron el tanteador.
La extrema necesidad de Independiente por conseguir los tres puntos en juego para no perderle pisada al líder chocó con el conformismo de San Martín, formación que siempre vio con beneplácito llevarse una unidad de Avellaneda para seguir enderezando su rumbo futbolístico.
El local asumió el protagonismo desde el mismo inicio del match ante un adversario tan endeble en defensa como peligroso cada vez que logró despojarse del miedo escénico.
Pese a las falencias defensivas tucumanas apuntadas, el elenco de Ariel Holan tardó casi media hora en colocarse en ventaja luego de una asistencia de Gigliotti que recaló en Hernández, quien en la misma línea que el último defensor, abrió el marcador con un toque corto ante una zaga visitante sin reacción.
Lejos de amilanarse y tras la apertura, el conjunto del norte del país solidificó medianamente su retaguardia y comenzó a llevar algo más de peligro al área rival. Un Independiente atónito, que por momentos volvió a mostrar el mismo opaco rendimiento del fin de semana pasado en La Paternal, se refugió en defensa intentando liquidar el cotejo de contragolpe, estrategia que fracasó rotundamente al ausentarse sin aviso tanto Meza como Silvio Romero, ambos muy por debajo de su nivel.
El descanso los sorprendió en pleno infructuoso dominio tucumano que se potenció en el inicio del complemento.
El “Ciruja” a esta altura ya arriesgaba mucho más por lo que dejaba algunos huecos en defensa que el local comenzó a aprovechar.
En medio del tan frenético como poco claro ataque de la visita, una destemplada salida del arquero Carranza, que con sus puños impactó en la cabeza de Figal, derivó en una correcta sanción de la pena máxima por parte del árbitro Facundo Tello, oficiando la misma además, de verdadero punto de inflexión en el trámite del juego.
La concreción del penal por parte de Gaibor, a la derecha del desconsolado arquero visitante, impactó de lleno en el ánimo de San Martín y se dispersó por completo, actitud incomprensible que terminó pagando con las conquistas de Braian Romero, quien de cabeza conectó un centro de Domingo y de Gigliotti, que libre de marcas envió a la red una asistencia de Meza desde la derecha.
Tales franquicias resultaron bien aprovechadas por un “Diablo” que obviamente dispone de mejores individuales que el entusiasta cuadro de Walter Coyette.
El escupitajo de Acevedo al ecuatoriano Gaibor tras la culminación del tiempo reglamentario, no hizo más que demostrar la total impotencia con la que terminó el cotejo un elenco tucumano, que a excepción del último cuarto de hora realizó un partido más que digno.
