BUENOS AIRES (NA) — La Selección argentina Sub 17, dirigida por Pablo Aimar y Diego Placente, se consagró campeona del Sudamericano de la categoría, pese a la paliza 4-1 que le propinó Ecuador, que con esa goleada le arrebató a Perú el último boleto al Mundial de Brasil.
De esta manera, la albiceleste obtuvo su cuarto torneo Sudamericano, ya que había conquistado las ediciones de 1985 (en ese momento era Sub 16), 2003 y 2013.
En el Estadio San Marcos, en el último partido del certamen, los pibes comenzaron dominando con claridad a los ecuatorianos, pero recién a los 3 minutos del segundo tiempo pudieron vencer la valla rival: Exequiel Zeballos capturó un mal pase del mediocampo ecuatoriano y habilitó a Matías Palacios, que entró al área y la picó sobre el arquero Joan López.
Sin embargo, los juveniles pasaron de tener el título en las manos a sufrir por la embestida de Ecuador, que llegó a poner en riesgo el primer lugar del hexagonal final para los de Aimar.
A los 14 del complemento el defensor Tomás Lecanda cometió un innecesario penal al tocar la pelota con la mano sobre la línea del fondo y Johan Mina lo cambió por gol: así rompió la valla invicta que tenía la Argentina en el hexagonal final.
Cinco minutos más tarde, un contraataque ecuatoriano y una apresurada salida del arquero Federico Losas terminó con el 2-1, ya que John Mercado aprovechó esa desinteligencia en el fondo argentino para darle esperanzas a sus compañeros.
Descolocado ante la arremetida de los juveniles de Ecuador, que necesitaban sacar diferencia para arrebatarle el último boleto mundialista a Perú, los pibes volvieron a sufrir un minuto después: Losas recibió un pase atrás y demoró en rechazar, por lo que Mina se acercó y el remate del arquero terminó rebotando en el delantero rival, yendo directo hacia el arco argentino y convirtiéndose en el 3-1.
En ese momento, el apoyo de los peruanos se volcó de lleno a los juveniles argentinos, ya que un triunfo abultado de los ecuatorianos los dejaba afuera del Mundial.
Para colmo, a los 32, un golazo de Adrián Mejía puso el 4-1 ante una irreconocible Argentina, que empezó con la tranquilidad de que el título estaba casi asegurado y terminó insegura y sufriendo.
Pese a la conquista del Sudamericano, los pibes se quedaron mascullando bronca.
Junto con la Argentina, clasificaron al Mundial de la categoría, que se disputará en Brasil en noviembre próximo, Chile, Paraguay y Ecuador, así como los anfitriones ya tenían asegurado su boleto (en el Sudamericano quedaron eliminados en la primera fase).