BUENOS AIRES (NA) — Independiente mejoró su imagen en el segundo tiempo y con eso le alcanzó para llevarse el triunfo que necesitaba y pasar así a octavos de final de la Copa Sudamericana.
Tras un merecido 2 a 0 se impuso como local frente a Rionegro Águilas Doradas de Colombia, al cabo de un discreto encuentro disputado esta noche por la revancha de los 16avos. de final.
Silvio Romero, a los 2 minutos del complemento, y el delantero paraguayo Cecilio Domínguez, a los 15 del mismo período, anotaron para el “Rojo”, que revirtió así una derrota de 3-2 cosechada en la ida.
Independiente enfrentará en los octavos de final a la Universidad Católica de Ecuador, que dejó en el camino a Melgar de Perú tras golearlo 6-0 como local e igualar 0-0 en la revancha como visitante.
Tras un primer tiempo decepcionante, en la segunda etapa el “Rojo” revirtió en parte su imagen favorecido por un grosero yerro defensivo del conjunto “cafetero” en la primera conquista.
A partir de ese momento se vio al mejor Independiente, que terminó por redondear una aceptable actuación ante un rival que no tuvo un plan B, una vez que se encontró en desventaja.
En la primera mitad el cuadro de Ariel Holan no pudo sortear el férreo dispositivo defensivo del conjunto de Antioquia.
Carente de cambio de ritmo, sin sorpresa y preso del creciente descontento que bajaba desde las gradas, Independiente se retiró al descanso sin generar una sola situación clara de riesgo en el arco de Luis Delgado.
Para que el anfitrión encuentre tranquilidad, mucho tuvo que ver el paupérrimo despeje de cabeza de Ramírez al iniciarse el complemento después de un pase largo del decisivo Pablo Pérez (caminó al borde de la expulsión tras ser amonestado apenas iniciado el juego) que procuraba hallar a Romero, objetivo que el moreno zaguero visitante le facilitó al ariete cordobés al dejarlo cara a cara con su propio guardavallas tras un torpe salto en el que se vio sobrepasado por el balón.
A partir de ese momento, Rionegro no mostró una estrategia alternativa, siendo el segundo tanto conseguido de cabeza por Domínguez después de un centro desde la derecha del citado Pérez, el corolario exacto a una notoria mejoría del dueño de casa, en desmedro de un rival que a esta altura ya había perdido completamente su línea futbolística.
La última media hora dejó en palmaria exposición la endeblez del cuadro visitante, que ni siquiera a partir de algunos cambios de nombres y de un adelantamiento masivo logró comprometer seriamente a Campaña.