BUENOS AIRES (NA) — El capitán de la Selección argentina, Lionel Messi, abrió hoy como nunca antes sus sentimientos y, enojado por las críticas, afirmó que “nadie” lo “obliga a jugar” con la camiseta albiceleste, que seguirá luciendo porque quiere “ganar algo” representando al país.
“No me voy a bajar tan fácil. Quiero ganar algo, voy a seguir jugando todas las cosas importantes hasta que me dé. A mi nadie me obliga, voy a la Selección porque quiero. Amo a Argentina, pero no lo digo a cada rato porque no vendo humo.
Mucha gente me decía que no volviera, familia, amigos… mi hijo me preguntó ¿Por qué te matan en Argentina?”, reveló, a corazón abierto, en una entrevista telefónica con la FM 94.7 argentina.
Y agregó: “Lamentablemente quedaron muchos jugadores en el camino, como el Pipa (Higuaín), pero tenemos que seguir intentándolo. Viene una Copa América ahora, encima pusieron otra el año que viene y nos dan más chances. Dios sabe por qué hace las cosas, quizás no era ése el momento para que se nos dé. Llegará en algún momento o no, Él va a ser el que decide si nos toca ganar o no”.
Y, como líder futbolístico y capitán de la Argentina, lanzó un mensaje conciliador: “Nosotros tuvimos una sal bárbara, porque si hubiéramos ganado en Brasil hubiese sido diferente.
Tuvimos una oportunidad única para ganarle a Alemania, hicimos todo bien para llevarlo y por un detalle no se dio y a partir de eso vinieron todos los quilombos. El manejo con la prensa debería haber sido diferente desde los dos, nosotros también nos encerramos y no le dimos bola a nadie, pero porque estábamos muy dolidos. Hay que buscar una armonía, tenemos que ir todos para un lado y saber que la Selección está por encima de cualquiera”.