Buenos Aires, 4 junio (NA) — Los restos de un reptil similar al Monstruo del Lago Ness fueron encontrados en la Isla Marambio, en la Antártida, y se cree que es el elasmosáurido más cercano a la extinción de los dinosaurios que se haya descubierto en el continente blanco.
Así lo confirmó el paleontólogo José O´Gorman del Museo de La Plata (MLP) y del CONICET, quien indicó: “se extrajo un ejemplar muy importante en la Isla Marambio, y es el elasmosáurido más grande del mundo”.
En diálogo con la agencia de noticias científicas de la Universidad Nacional de la Matanza (CTyS-UNLaM), el paleontólogo explicó que “debido al gran tamaño de este espécimen, su rescate se realizó durante sucesivas campañas del Instituto Antártico Argentino y su rescate culminó en 2017”.
“Este descubrimiento refuerza la idea de la extinción que se produjo hace 65 millones de años fue catastrófica, porque este ejemplar vivió unos 30 mil años antes, fue muy próximo a ese suceso, y demuestra que este ambiente marino de la Antártida continuaba soportando animales de gran tamaño”, comentó O ´Gorman.
Y agregó: “Pareciera que no hubo una preparación, que fue una extinción masiva sin previo aviso”.
En tanto, el doctor Marcelo Reguero, investigador del Instituto Antártico Argentino y también del MLP, indicó que “este hallazgo es muy próximo al final del Cretácico, cuando se estima que cayó un gran meteorito y ocasionó la desaparición de muchas especies”.
Los restos de este reptil gigante se encuentran en el Museo de La Plata, y se informó que se ha encontrado parte de su columna vertebral, parte de sus aletas anteriores y posteriores y algunos elementos de la cintura escapular.
Los investigadores comentaron que si bien no se ha encontrado su cráneo, analizaron qué estrategia de alimentación podría haber tenido para desarrollar un tamaño tan grande: estiman que el largo era de entre 11.2 y 12 metros.
“Pesaba entre 10 y 13 toneladas, por lo que está muy por encima de los que se conocían hasta ahora, los cuales tenían una masa de entre cinco y seis toneladas”, precisó O´Gorman.
Los elasmosáuridos forman parte de la gran familia de los plesiosaurios, los reptiles extintos en los que posiblemente se inspiró el imaginario colectivo para crear al monstruo del Lago Ness o al mismísimo “Nahuelito”.
Los investigadores comentaron además que “para que existieran animales tan grandes poco tiempo antes de la extinción masiva, debía haber una gran disponibilidad de alimentos en el océano”.
El nuevo espécimen de reptil gigante fue descubierto en el año 1989 y recién se terminó de rescatar en 2017.