BUENOS AIRES (NA) — Un grupo de 62 familiares de soldados caídos en la Guerra de Malvinas viajó hoy al archipiélago del Atlántico Sur para homenajear a los nuevos combatientes que fueron identificados en los últimos meses gracias al trabajo conjunto de la Cruz Roja y los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido.
La comitiva partió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza “Ministro Pistarini” pasadas las 4:00 de este miércoles en el vuelo de Andes 682, que fue rentado por la firma Aeropuertos Argentina 2000, y aterrizó casi tres horas más tarde en Monte Agradable.
Una vez que llegaron a esa base militar, los pasajeros se subieron a un micro que los transportó hasta el Cementerio de Darwin, ubicado a unos 35 kilómetros de ese lugar.
Cerca de las 11:00 comenzó la ceremonia religiosa que estuvo a cargo del sacerdote argentino Ponciano Acosta, que es además primo hermano de un combatiente que murió en esta isla durante la guerra de 1982.
Entre los presentes se encontraban familiares de los 20 soldados que fueron reconocidos en los últimos meses, otros que no pudieron viajar en los vuelos anteriores y aquellos que saben que sus allegados están enterrados en ese cementerio pero todavía esperan los resultados del entrecruzamiento de ADN para la identificación de los cuerpos.
Durante el homenaje, y con el permiso del Gobierno británico de las Islas Malvinas, la delegación desplegó una bandera argentina por primera vez desde que terminó el conflicto bélico.
En el acto estuvieron también los parientes de Eduardo Antonio Vallejos y Carlos Alberto Frías, los dos combatientes que fueron identificados esta semana gracias al trabajo de la Cruz Roja Internacional.
Con estos últimos reconocimientos, ya son 112 las tumbas en el Cementerio de Darwin que tienen una placa con el nombre de sus caídos y solo falta por recuperar la identidad de 10 cuerpos, que aún se encuentran enterrados bajo lápidas con la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
También estuvieron en el homenaje el coronel británico Geoffrey Cardozo y el veterano de la Guerra de Malvinas y presidente de la Fundación No Me Olvides, Julio Aro, dos de los impulsores de la iniciativa humanitaria.
Como parte de los honores militares, la guardia escocesa de las islas tocó una marcha fúnebre, y el veterano Omar Tabárez interpretó el “Toque de silencio” con una trompeta que usaba durante la guerra.