BUENOS AIRES (NA) — La Argentina registró 303 proyectos de inversión por un total de 30.400 millones de dólares a lo largo de 2018, principalmente en petróleo y gas, transporte e infraestructura y minería, se informó hoy.
Esos tres sectores, en conjunto, representaron el 65% del total, de acuerdo con el “Monitor de la Inversión” que elabora mensualmente la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), un organismo dependiente del Ministerio de Producción y Trabajo y de la Cancillería.
Según el informe, solo en diciembre de 2018 los anuncios de inversión fueron 24 y totalizaron los 5.740 millones de dólares, provenientes de compañías de Brasil, Francia, Estados Unidos y Canadá.
La AAICI aclaró que la inversión “continuó afectada en diciembre, producto de la desaceleración de la actividad económica, los mayores costos en la importación de maquinaria y equipo y el menor acceso al crédito que afecta a la construcción privada”.
Además, puntualizó que en el último mes del año pasado hubo importaciones de bienes de capital por 580 millones de dólares, con baja en los rubros de maquinaria agrícola (principalmente tractores y cosechadoras) y equipos utilizados en la construcción (topadora, excavadora), mientras que aumentó la compra de grupos electrógenos asociada a proyectos de energía eólica.
En todo 2018, las importaciones de maquinaria y equipos se redujeron 3%.
“En 2018 algunos sectores mantuvieron su dinamismo (petróleo, gas, energías renovables) y otros empiezan a mostrar signos de reactivación, como es el caso de la manufactura de origen agropecuario. Si bien el año pasado estuvo marcado por factores macroeconómicos y externos que afectaron el ritmo de anuncios que tuvimos en 2017, vemos una tendencia a la recuperación hacia mediados de este año”, expresó el director de la Agencia, Francisco Uranga.
Las provincias en las que más crecieron los anuncios de inversión fueron Misiones (200%), Entre Ríos (125%), Salta (100%), Catamarca (85%) y Córdoba (50%), reportó la AAICI.
Además, reconoció que a partir de la segunda mitad de 2018 “se produjo una desaceleración como consecuencia de la inestabilidad cambiaria, que llevó a los inversores a aguardar un escenario más propicio para continuar con sus proyectos”
